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Trabajo

Río Negro: un modelo de crecimiento y consenso en tiempos de crisis

En un escenario nacional donde la contracción laboral ha sido una constante, Río Negro se ha destacado como una de las pocas provincias capaces de generar empleo formal.

Fecha: 18 de septiembre de 2024
Maria Martha Avilez, Secretaria de Trabajo.Crédito: Gobierno Río Negro

Mientras en el país el empleo registrado cayó un 2,5% interanual durante el primer semestre de 2024, esta provincia, junto con Neuquén, logró revertir la tendencia con un crecimiento de 0,7% y 0,8% respectivamente. Este avance, lejos de ser fortuito, refleja una visión estratégica que combina inversión, consenso social y colaboración entre el sector privado y el Estado.

El contexto de crecimiento en Río Negro responde a un ecosistema económico diverso que abarca desde la producción agrícola en los valles del río Negro hasta el turismo en Bariloche, con el añadido de su participación activa en la explotación hidrocarburífera de Vaca Muerta. Los diversos proyectos encabezados por YPF y la malaya Petronas, posicionan a la provincia como un nuevo centro neurálgico en la exportación de petróleo y gas natural licuado. Esta infraestructura promete generar no solo empleo, sino también proyección internacional.

El impacto directo en el mercado laboral es evidente. Aunque Neuquén sigue liderando con un crecimiento interanual del 3,6%, Río Negro no se queda atrás con la creación de 732 nuevos empleos formales en junio de 2024, según la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. La combinación de la estabilidad económica en sectores clave como la agroindustria y el turismo, junto con el auge hidrocarburífero, ha hecho de Río Negro una provincia resiliente frente a los desafíos laborales del país. Mientras Río Negro prospera, otros distritos enfrentan una pérdida de puestos de trabajo: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registró más de 3.500 bajas, Córdoba perdió 1.000 empleos y Buenos Aires más de 4.500.

El éxito de Río Negro no solo se debe a las inversiones en infraestructura, sino también a una estrategia de gobierno que prioriza el consenso y la participación de todos los actores sociales. En palabras del politólogo colombiano Rodrigo Pardo, "La política es el arte de construir consensos en tiempos de crisis". Este enfoque es evidente en el liderazgo del gobernador Alberto Weretilneck, quien ha sido un impulsor clave de esta filosofía, reflejada en su enfoque para "achicar las diferencias y ampliar los consensos". Esta visión busca equilibrar las demandas del sector privado, las expectativas de los trabajadores y las responsabilidades del Estado.

La gestión de Weretilneck desde la cartera laboral, ha impulsado mesas de diálogo tripartitas entre sindicatos, empresas y el gobierno, abordando temas como la registración laboral, las condiciones de trabajo y la capacitación permanente. Esta concertación ha permitido que la sociedad civil participe activamente en los grandes proyectos, asegurando que el crecimiento económico no excluya a ningún sector. Con el sector frutícola hubo un importante avance en el diálogo tripartito, de cara a la próxima temporada de cosecha 2024/2025, que tuvo como protagonistas a los gremios UATRE, STHIMPRA, las cámaras empresarias y los productores. Este diálogo se realizó en localidades del Alto Valle y Valle Medio. También hubo acuerdos tripartitos con dos grandes empresas como Kleppe y Pollolin, para la actualización en materia de higiene y seguridad. Pero este diálogo también se extendió al sector de la minería, y en la propia actividad de la ganadería ovina, generando instancias de diálogo y acuerdos que permiten avanzar en el desarrollo productivo sin dejar atrás a nadie.

La transformación productiva que afronta Río Negro es grande, y debemos estar a la altura de esa circunstancia, que incluye más trabajo con especialización en cualquier rubro. Tenemos un desafío para que esta transformación, que deriva en una inmensa oportunidad, nos encuentre preparados a todos, y hemos puesto, una vez más, los recursos del Estado a trabajar en ello.

Un ejemplo concreto de este enfoque es el Servicio de Empleo Rionegrino. Identificado siempre como un sistema de registro para tramitación de asistencia en casos de desempleo, hoy se reestructura como una plataforma que registrará y certificará las habilidades de la mano de obra local rionegrinos priorizando, junto al compromiso del sector privado, su contratación. Con el aumento de la demanda en sectores especializados como la construcción y la ingeniería, derivados de proyectos como Vaca Muerta Oil Sur y la planta de GNL, la capacitación constante se ha convertido en una prioridad. Estas iniciativas, en conjunto con el sector privado y el conocimiento que en cada actividad aportan los gremios, no solo mejoran la empleabilidad, sino que también incrementan la capacidad productiva de la provincia.

Más allá de la creación de empleo, Weretilneck ha sido enfático en que estos proyectos deben ser socialmente responsables. El gobierno ha promovido una Responsabilidad Social Empresaria (RSE) que garantice prácticas laborales justas y el respeto por el medio ambiente. Alineado con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la provincia busca que su crecimiento económico se traduzca en mejoras tangibles para la sociedad, con un impacto directo en las comunidades locales.

En términos de cifras, el panorama es prometedor: con una tasa de desempleo del 6,8% en 2024, según datos del INDEC, se proyecta la creación de 12.000 empleos directos y 25.000 empleos indirectos en los próximos años. Este crecimiento, impulsado por los grandes proyectos estratégicos, podría aumentar la tasa de empleo en un 15% para 2025, con un aumento salarial en sectores clave de aproximadamente un 20% en los últimos 12 meses.

En conclusión, la presente gestión provincial ha logrado consolidar a Río Negro como un ejemplo de crecimiento equilibrado y sostenido. La combinación de inversión privada, capacitación local y una política de inclusión y consenso entre todos los sectores sociales está sentando las bases para un desarrollo no solo económico, sino también socialmente responsable. El futuro de Río Negro se construye sobre estos pilares, con un horizonte que promete más oportunidades, menos desigualdades y un desarrollo inclusivo para todos y todas.

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